jueves, 23 de abril de 2015

Destrucción de la Tierra: Lluvia ácida.

Este tipo de lluvia, que también puede ser en forma de nieve y niebla, esta formada por químicos que provienen de la acción humana como el humo de los coches o frabricas. Cuando la lluvia ácida alcanza la Tierra, fluye mezclada con el agua residual y entra en los acuíferos y suelos de cultivo.


 La lluvia ácida tiene muchas consecuencias nocivas, las más peligrosas son la elevación del nivel acídico en los lagos, ríos, arroyos y pantanos, lo que provoca que muchos animales mueran contaminado, o contaminación de los bosques y tierras. También afecta a edificios, monumentos y la salud de las personas.


La única forma de luchar contra la lluvia ácida es reducir las emisiones de los contaminantes que la originan. Esto significa disminuir el consumo. Muchos países han intentando frenar las emisiones mediante la limpieza de chimeneas industriales y la promoción de combustibles alternativos.

Personalmente, pienso que deberíamos hacer algo para acabar con la lluvia ácida, al igual que con todos los problemas medioambientales, con actos simples como el ahorro de energía, consumiendo menos electricidad, utilizando menos el coche, etc, ya que, si no hacemos algo ahora las consecuencias serán irreparables, por ejemplo, si la lluvia ácida acabar por completo sus efectos tardarían muchísimos años en desaparecer por completo.

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