sábado, 7 de marzo de 2015

La importancia de la vacunación y sus riesgos.

 Durante unas semanas después del nacimiento, los bebés tienen alguna protección contra microbios que les causan enfermedades. Esta protección se transmite de la madre a través de la placenta antes del nacimiento. Después de un corto tiempo, esta protección natural desaparece. Este fue uno de los motivos por lo que existe la vacuna.
Pasteur está considerado el padre de la vacunología al decubrir, en el año 1880, la vacuna frente a la rabia. Las vacunas ayudan a proteger contra muchas enfermedades que solían ser mucho más comunes, las cuales pueden causar enfermedades serias o potencialmente mortales y pueden llevar a discapacidades de por vida. Éstas son medicamentos aplicados a personas sanas provocando la generación de anticuerpos que actúan protegiéndole ante futuros contactos con los agentes infecciosos contra las que se vacunan, evitando la infección o la enfermedad y constituyen una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido y sigue produciendo a la humanidad, previenen enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas.
Aunque los niños son los que reciben la mayoría de las vacunas, los adultos también necesitan protegerse mediante la vacunación ya que en muchos casos son más graves que en los niños.



        ¿Existen riesgos en la vacunación?
 


Las vacunas son medicamentos muy eficaces y seguros. Ningún avance de la medicina ha logrado salvar tantas vidas como las vacunas, gracias a ellas las enfermedades que se percibían como amenazas dejan de existir o disminuyen.
En algunas ocasiones pueden aparecer algunas reacciones adversas como: enrojecimiento leve y dolor en el lugar de la inyección, fiebre o dolores musculares.

No obstante, como ocurre con todos los medicamentos, hay que tener presente que existe un riesgo muy pequeño de que ocurra algún problema grave, pero este riesgo es siempre mucho menor que el derivado de contraer la enfermedad.

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