domingo, 11 de enero de 2015

El antepasado común: una necesidad, un vida.

Según las teorías de la evolución, todos los seres vivos de la Tierra, incluido el ser humano, provenimos del agua. Pero, ¿qué hizo que del agua saliese el primer ser unicelular que consiguiera crear todo los animales que nos rodean?

Os voy a contar una historia que me contó mi padre hace tiempo con mucho sentido del humor:

7HJF5, explorador espacial del planeta Xenon de la sexta estrella de la constelación Alpha, en uno de sus viajes por la "Vía Láctea" descubrió a lo lejos un bonito planeta azul y se acercó para inspeccionarlo. Aterrizó cerca de una zona con mucha agua. Por allí estuvo caminando mientras buscaba algún ser vivo con el que interactuar y, al no encrontar a nadie, llegó a la conclusión de que se encontraba sólo en aquel misterioso planeta. Tomó toda clase de notas e imágenes para mandarlas a la base intergaláctica situada a 3 millones de kiometros. Después de mandar todos los datos, se paró a tomar sus alimentos envasados y ha hecharse una buena siesta, costumbre que ha seguido hasta nuestros días. Después de estar bien descansado, se despertó con ganas de limpiar sus intestinos y evacuó al lado de las limpias y cristalinas aguas. A continuación, se aseó muy escrupulosamente y allí dejó su legado.
 Al entrar en contacto con el agua, empezó a formarse el primer ser unicelular. Y de ahí, empezaron a salir los distintos seres pluricelulares.


Por este motivo mi padre y yo creemos que todo los seres vivos venimos de la "caca" de un extraterrestre, y si lo pensamos detenidamente, el estiércol animal sirve de abono para crear nueva vida en la Tierra.

Esta teoría debería tomarse más en serio, ya que Darwin explicó, mediante la teoría del evolucionismo, hasta dónde ha llegado la evolución y que el primer ser vivo nació del agua, pero no explica quién o que creó ese primer ser.


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