Actualmente, los dispositivos tecnológicos se han vuelto tan
imprescindibles que no podemos vivir sin, mínimamente, uno de ellos a nuestro
lado. En mi caso, lo que más suelo utilizar es mi móvil, dónde estoy utilizando
constantemente mis redes sociales, escucho música, veo vídeos en youtube, … o
mi portátil, dónde escribo, guardo y edito las fotos que hago y busco
información para trabajos o propias curiosidades. No me gusta mucho comprar por
Internet, aunque lo he hecho varias veces
ya que no puedo ir a menudo a comprar, porque pueden enviarte diferentes
cosas por erros o, en el caso de ropa, cualquier prenda puede quedarte mal.
Para mí, estar conectada a algunas redes sociales significa
mucho, porque puedo comunicarme con familiares que viven fuera de España, a los
que puedo ver una vez al año como mucho, o, incluso, con amigos que viven en
otro continente, a los que no veo desde hace mucho tiempo y sin la ayuda de la
tecnología sería muy difícil la comunicación.
Por otra parte, hay un peligro oculto aquí y está en las
personas que hacen un mal uso de la tecnología. Existen el llamado grooming,
una práctica en la cual el adulto se gana la confianza del menos con propósitos
sexuales, o el ciberbullying, dónde se ejerce el acoso psicológico mediante
redes sociales o videojuegos online, entre muchas otras.
También pienso que, siempre bajo
vigilancia, es bueno que los niños pequeños utilicen las nuevas tecnologías, ya
que ellos son los que futuramente las utilicen más y es mejor enseñarles a
usarlas para que en ellos haya menos probabilidad de peligro en la red.
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